Cuando tenía aproximadamente 12 o 13 años tomé la decisión de sólo escuchar música “Cristiana”, con el fin de que la actividad que más disfruto (escuchar música) fuera un medio para acercarme más a Dios y honrarlo con lo que escuchaba. Definitivamente encontré mucha música y muchos artistas buenos que me ayudaron a crecer espiritualmente y que continúan llenándome de alegría incluso hoy. Sin embargo, aunque creo que fue una muy buena decisión en su momento, la intención era que fuera algo de por vida y la verdad es que el “impulso” sólo me duró un par de meses. Sí, fue bueno, bonito, productivo y de muchísima ayuda, pero honestamente no puedo ni imaginarme la enorme cantidad de buena música de la que me hubiera perdido todos estos años si sólo me hubiera dedicado a escuchar “música cristiana”.
Unos cuantos años después, mi amiga Melanie Zepeda me prestó su copia de “Jesus > Religion”, y mi vida nunca volvió a ser igual. En general, el libro está lleno de pura verdad y empoderamiento, pero fue uno de los últimos capitulos que realmente tocó mi corazón y quedó guardado en mi mente para siempre. Jefferson Bethke (autor del libro) describe la vez que borró toda su música “mundana” y cómo después de un tiempo empezó a extrañarla, ya que la música que estaba escuchando le parecía “pasada de moda, cursi y genérica. La letra de las canciones están bien pero alguna música es simplemente terrible” y a medida leía eso yo sólo pensaba “¡¿VERDAD!?” Luego, el man dijo algo que yo siempre había pensado pero nunca había escuchado (en este caso leido) :
“No deberíamos consolidar la gloria de Dios a cosas explícitamente “Cristianas”. Le debemos a Dios más adoración de la que pensamos. En adición a eso, qué tan grande y genial es un Dios que puede glorificarse a través de una canción escrita por alguien que no lo ama? Así de grande es.”
Honestamente creo que es una de las cosas más bonitas y ciertas que he leido en mi vida, y es que me encanta cómo este escritor se siente tan inquieto como yo de que el mundo, y nosotros mismos encacillemos lo que hacemos bajo la etiqueta de “cristiano”. No quiero decir que esté mal querer expresar al mundo quiénes somos, sino al contrario, es importante que la gente sepa que no somos un grupo “exclusivo” y que lo que creamos y producimos no es (o no debería ser) únicamente para la gente que se identifica como “Cristiana”. Nuestra labor es llevar la verdad de Dios a TODOS, especialmente a aquellos que no la conocen, y por ende deberíamos enfocarnos en atraer y acoger a TODOS. En ese mismo capítulo del libro, el autor menciona que hoy en día muchos artistas cristianos ya no aspiran a ser “el mejor músico”, sino que aspiran a ser “el mejor músico cristiano”, y es cierto y triste que sea así. Incluso los Grammys (en los que ya no creo para nada desde hace varios años) tienen una categoría de “Mejor Álbum Cristiano”, como si fuera un género en sí. El Cristianismo no se trata de mencionar a “Jesús” en cada oración que decís, ni de andar una cruz en el cuello, ni de “no decir malas palabras”. El Cristianismo se trata de reflejar a Dios y establecer el reino de los cielos en todas y cada una de las cosas que hacés, y eso incluye las cosas de la vida cotidiana. Tenemos derecho a escribir canciones acerca de sentirnos tristes, enamorados, indignados, molestos, felices, lo que sea! Porque somos hijos de Dios pero también somos humanos, y estamos en este mundo, viendo y viviendo las mismas cosas que los demás, y precisamente como hijos de Dios que somos debemos aspirar a dejar una huella en el mundo en el que estamos, una que pueda ser vista por todos y no sólo por las personas que se congregan en la misma iglesia que nosotros. Si en verdad somos la sal de este mundo, ¡pues que se note! Creo que Jeff lo expresa de manera sumamente bonita:
Génesis empieza en un jardín, pero Apocalipsis termina en una ciudad. Eso me parece muy interesante, ya que no podés convertir un jardín en una ciudad sin cultivar y crear. Tenemos que llegar ahí de alguna manera. No estamos llamados a retirarnos en el bosque, leer libros religiosos y tocar arpas hasta que lleguemos al cielo. Estamos llamados a redimir este mundo- todo, no sólo lo espiritual. Jesús es Señor de todo, incluso desde los lunes mundanos hasta los Sábados. No sólo está a cargo de los Domingos. – Jefferson Bethke, Jesus > Religion
Finalmente quiero recordarles a todos que los Cristianos no estamos aquí para juzgar a nadie, no es nuestra labor y tampoco somos quiénes para hacerlo, y me disculpo como Cristiana si hemos actuado de manera contraria y hecho creer al mundo que esa es nuestra función. Si una persona exitosa en el ámbito “mundano” de repente quiere cantarle a Jesús, ¡Qué bien! Y de igual manera si una persona exitosa en el “ámbito Cristiano” de repente quiere expresar su dolor de manera genuina usando una “mala” palabra, ¡dele viaje! Es Dios quien se encarga de ver las intenciones de estas personas, y aunque estas no fuesen genuinas, aún así puede usarlos para impactar la vida de otros porque, amigos mios, Él “así de grande es.”
PD: Les comparto algunas canciones que creo que son súper genuinas y que han de alguna u otra forma impactado mi vida.
- Aawake at Night- half•alive
- All I see- Mutemath
- Creature-half•alive (en sí la letra de absolutamente todas las canciones de ellos, wow)
- U.F.O- Coldplay
- A Prayer- Kings Kaleidoscope
soundlysafe 